martes, 15 de noviembre de 2011

La juventud

     
         Tras echar un ojo al capítulo sobre la juventud de Invitación a pensar, me paro a meditar un rato en cómo voy a enfocar el ensayo para poder expresar lo que pienso. Se hace una dura crítica sobre la sociedad joven y su forma de vida, en la cual estoy de acuerdo en algunos puntos y discrepo en otros.

Fight club (1999), directed by David Fincher
        En primer lugar, me parece un tema interesante hablar sobre la vida que llevamos y hemos llevado hasta ahora, aferrados a nuestros padres. Para ello voy a hacer referencia a un par de citas que aparecen en una película cargada de un profundo mensaje y que está muy relacionada con este tema. "La publicidad nos hace desear coches y ropa, tenemos empleos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. (...) Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados. (El club de la lucha)". 

         Para explicar todo esto desde mi punto de vista, pienso que es algo que no va muy desencaminado de la realidad, aunque con algunos matices. Es cierto que los jóvenes somos esclavos de la sociedad, seguimos las normas que nos dicta y así lo hemos hecho desde la adolescencia. Estudiamos una carrera para asegurarnos un futuro en el cual podamos vivir de manera acomodada, consentirnos algunos caprichos,  formar una familia y en definitiva nuestros propios padres esperan de nosotros. Cuántas personas habrá que no han comenzado unos estudios diferentes de los que están acabando ahora por miedo a no poder asegurarse esto. La de potencial que podría quedar desperdiciado por miedo a no estar a la altura de lo que se supone que debemos hacer.

         El problema de esto, como bien dice el libro, es que nos arriesgamos a no vivir una vida real y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de ello. Creo que los jóvenes nos centramos más bien en el presente, en lo que va viniendo, de ahí que muchos seamos un poco caóticos en el tema del estudio (entre los cuales me incluyo) y por eso se puede decir que nos pilla siempre el toro y nos faltan días y horas de estudio cuando podíamos haberlo mirado una tarde que elegimos hacer otra cosa.

         No estoy de acuerdo, con la reflexión de que los jóvenes no nos paramos a pensar, considero que es importante plantearse el porqué de las cosas y ser consciente de lo privilegiados que somos por haber tenido las posibilidades que nos han venido dadas y que muchos no han podido tener. Sí que creo que a veces mostramos pasividad respecto a la realidad del mundo en el que vivimos, da miedo pensar en cómo estarán las cosas a miles de kilómetros de distancia, personas que mueren de hambre, guerras, injusticias y dolor del que muchas veces ni siquiera nos paramos a reflexionar. Verdaderamente creo que ese es uno de los mayores problemas de la sociedad occidental, que podríamos solucionar la situación de países subdesarrollados dejándolo todo para aportar algo, y es duro pensar que no lo hacemos.

        Para concluir el ensayo, debo decir que me ha ayudado a plantearme cosas en las que no había pensado antes y lejos de intentar hacer un ensayo bonito, he tratado de expresarme lo mejor que he podido. Espero que haya gustado.


         Miguel de Arteche


                                                                                  

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